lunes, 24 de octubre de 2016

STS 698/2016 de 7 de septiembre de 2016

OTRA VEZ SOBRE ASOCIACIONES CANNÁBICAS, tema en el que el TS no se pone de acuerdo al existir claramente dos posiciones contrarias, que casa la sentencia de instancia que absuelve a una Asociación cannábica y considera que los hechos son típicos en aplicación de la sentencia de Pleno 484/2015. Considera que consumo ilegal de drogas es todo consumo que no entre en los supuestos expresamente autorizados en los convenios y normas administrativas vigentes en España y que no es aplicable la doctrina del consumo compartido al caso analizado dada la magnitud de las cantidades manejadas, el riesgo real y patente de difusión del consumo y la imposibilidad de constatar la condición de usuarios habituales de la sustancia. Y que una cosa es el consumo compartido entre amigos o conocidos y otra muy distinta que no puede asimilarse al consumo personal, la organización metódica de una estructura institucionalizada, con vocación de permanencia y abierta a la integración casi indiscriminada, sucesiva y escalonada de un número no limitado de personas hasta superar los dos mil. Esto último es una cooperativa de distribución de la sustancia estupefaciente prohibida, cuya atipicidad no es admisible. Solamente podrían ser atípicos penalmente los supuestos en los que no se detecte alteridad entendida como facilitar o favorecer el consumo de otros, es decir, actuaciones asimilables al autoconsumo aunque se prediquen de un colectivo (reducido número de personas, carácter cerrado del círculo, consumo en recinto cerrado, ausencia de publicidad, que los miembros estén vinculados de forma que se conozcan entre sí y constatar sus hábitos de consumo, destino del producto a ese consumo individual... En cualquier caso, hay que estar al supuesto concreto para ver si estamos ante una acción institucionalizada al servicio del consumo de terceros o un supuesto de consumo compartido, informal y sin pretensión de convertirse en una estructura estable abierta a terceros.